Y yo, que no seré alguien de importancia para el mundo, ni tan siquiera para un grupo minoritario de personas; que no quiero (ni puedo) hacer nada tan grande como para ser reconocido; que vivo egoistamente para complacer mis retos, por los cuales me llaman loco; que solo quiero dinero para sobrevivir y beber, beber en los lugares más cutres, reconditos o paradisiacos, contigo, con vosotros… y si no hay para beber, mejor, así nos acordamos.
Yo, que seré recordado de mil maneras por algunas personas, a veces malas, a veces buenas; opiniones tan opuestas que si se las contasen a alguien que no me conoce se volvería loco.
Y yo, que miro a mi alrededor y apostaría a que un porcentaje bastante alto podría atribuirse estas palabras, omitiendo algunas cosas como que son egoistas o que los llaman locos, aunque locos, todos estamos.