Madreeeee!!! Para que me echo yo un compañero de viaje!!!!! Más de 25 horas durmiendo!!!! 31 horas de viaje, de las cuales, reitero, se ha podido tirar el bicho 25 durmiendo! Gracias por tu compañía, amigo.
2 barcos y 3 autobuses son suficientes para llegar a las montañas de Luzón, al norte de Filipinas. Sagada es nuestro primer destino, parece una ciudad tranquila, pero tiene un millón de alojamientos a la vista, por lo que huele raro. Efectivamente, cuando llega el fin de semana estos alojamientos cuelgan el cartel de “completo” por la masiva llegada de turistas, muchos de ellos locales.
El primer día no pudimos aprovecharlo muy bien, nos dedicamos a dar un paseo por la ciudad y a conocer a una pareja maaaaaas majos que la hostia. Tinerfeño y eslovaca a los que nos pegamos para hacer grupo y sacar buenos precios, grupo al que después se fue añadiendo más gente.
El segundo día por sagada madrugamos de nuevo para ir a la cascada de Bomod-ok, nos cuelan que está muy lejos y no podemos ir andando, trolazo para que paguemos el transporte, una vez que nos deja allí, hay que andar alrededor de una hora entre paisajes de arrozales y atravesar un pequeño pueblo hasta llegar a la cascada, allí te puedes bañar y echar un buen rato, el agua helada por supuesto.
Comida local y de camino a las cuevas Lumiang/Burial/Sumaguing, conectadas, hacemos 3 horas de espeleología con un subidón de adrenalina bastante importante.
Treking mañanero, río subterraneo, puesta de sol y música alrededor del fuego para cerrar con broche de oro la estancia en Sagada. De aqui nos llevamos 4 grandes viajeros como amigos, y lo de llevarnos es literal porque nos vamos con ellos al siguiente destino, Kalinga.
Publicado desde cualquier parte del mundo. Carlos Mckawen.